POSTA DE SOL NA PRAIA DE MAR DE FÓRA, EN FISTERRA (MAIO DE 2011)

lunes, 31 de diciembre de 2012

EL AÑO DE LAS LUCIÉRNAGAS




  

 
No se si los mayas tenían razón o no. De lo que no cabe la menor duda es que el mundo sigue girando, pero lo hace con rumbo incierto. El "fin del mundo" existe desde el mismo momento de su creación. No es ninguna paradoja, es la pura realidad. Desde la formación de la casa común de todos los seres vivos, esto es, la Tierra, se han sucedido varios mundos. Muchos de ellos sin nosotros, los seres humanos, sobre su superficie. Creo que al planeta le quedan todavía muchas órbitas por hacer alrededor del Sol. Otro asunto es si en todos esos viajes seguirá habiendo una humanidad para verlo, vivirlo y contarlo.

En mi opinión, lo importante no es hasta cuándo vamos a sobrevivir como especie, sino cómo será nuestra existencia mientras perduremos en Gaia. Y esta cuestión es la que cada uno de nosotros debe trasladar individualmente a su existencia corta y temporal. No importa cuánto tiempo tengas, sino el uso que hagas de él. De acuerdo con esta idea, está claro que, en conjunto, el rumbo de la humanidad es absolutamente errático y erróneo. La Historia conocida (lo digo así porque creo que la Historia es más que lo que se nos cuenta) nos demuestra que en ningún momento hemos sabido hacer las cosas con el rumbo adecuado. Como humanidad no hemos crecido en lo que nos hace singulares como especie. Desde mi punto de vista, nunca hemos dirigido nuestras acciones hacia un objetivo que nos engrandezca y eleve cada vez más. Hemos creado, inventado, explorado, descubierto, construido, ¿evolucionado? Pero nada de eso ha servido para, después de tanto tiempo, dejar de cometer los mismos errores y horrores de siempre.

La situación actual es una nueva oportunidad para replantearse el futuro. Digo nueva porque pienso que no es la primera vez que se crea una situación crítica que haga pensar que es necesario cambiar el rumbo. Lo que quizá marca la diferencia con el pasado es la globalización. Hoy no importa dónde vivas, cualquier decisión en los foros mundiales puede acabar afectando a tu vida. Si eres un agricultor o pescador europeo, te afectará lo que se decida en Bruselas en esa materia y no podrás hacer más allá de lo que allí se dicte. Si eres un aborigen amazónico, podrás ver cómo otros seres humanos que casi ni sabías que existían modifican o destruyen tu entorno sin que puedas decir o hacer nada para evitarlo. Son ejemplos un tanto simples, pero creo que válidos para ilustrar de forma sencilla de qué va todo esto.

Hoy acaba el tan traído y llevado 2012 y el mundo sigue girando… No espero gran cosa del año nuevo. Me conformo con que pasito a pasito se vayan despertando conciencias y que, como si de luciérnagas en una noche de verano se tratara, cada vez haya más luz en esta noche cerrada y oscura en la que nos encontramos sumidos. Que el año 2013 traiga luz para todos. Que el año que está a punto de comenzar sea el año de las luciérnagas.

 

¡FELIZ 2013!